El Mensajero

En fotografía sólo hay una cosa que debe de ser breve, concisa y directa. El qué te preguntarás. No es otra cosa que el mensaje. Aquello que queramos transmitir con nuestra imagen, cuanto más exclusivo, efímero u original sea, más durará en la memoria del espectador. Se trata de generar impacto visual.

Al fin y al cabo en lo que consiste es que con una imagen llegues a comunicar lo que desees sin tener que explicar al receptor con palabras lo que con una imagen puedas conseguir. Soledad, aislamiento, frío, calor, ausencia, nerviosismo, tensión, belleza, relajación, estabilidad, inestabilidad… Todo ello debe de ser entendido con más o menos claridad por quien mira tu fotografía. No necesita nada más.

"Bye, Bye Summer (Waiting for my Family)" © 2013 David Frutos Egea

© 2013 David Frutos Egea

Por todo ello es necesario que tú seas el mensajero que codifica, a través de una imagen, lo que desees transmitir al otro mediante el uso de los elementos que compondrán tu fotografía. Unos elementos de los cuales nuestro cerebro se nutre, descifra casi de manera inconsciente para que todo quede nítido, «entendible».

"Goodbye Summer" © 2017 David Frutos Egea

© 2017 David Frutos Egea

Es muy probable que si el mensaje que deseas transmitir es complejo o muy exclusivo no llegue a muchos de los observadores, pero a aquellos que consigan establecer cierta conexión con él, les perdurará en la memoria por más tiempo. Eso le puede dar un alto valor al mismo. Y es seguro que pase de unos a otros y de ese modo llegue a más receptores.

Las imágenes que acabamos de ver apuntan en la misma dirección, al mismo objetivo…un mismo mensaje…Cual?…Eso lo dejo para ti.

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